miércoles, 24 de septiembre de 2014

Gestión de proyectos editoriales - Gill Davies

Evalúa la tarea del editor y compara las editoriales comerciales con las editoriales especializadas.
Establece en su análisis uno de los posibles caminos para convertirse en editor. Davies menciona que es posible comenzar siendo asistente editorial e ir ascendiendo, o a través de seguimientos de proyectos editoriales.
Hace foco además, en la competencia que puede existir al querer ingresar en el rubro.
En el capítulo 1, analiza cuáles son los factores que determinan la elección de un autor y cómo ellos eligen una editorial. Dentro de estos factores incluye el prestigio, la identidad de la marca, un editor con capacidad y criterio demostrables, promoción y marketing. A la inversa, los editores buscan un libro que pueda venderse y tener éxito. Se buscan ideas, temas, o proponer ciertas temáticas al autor.
En relación al catálogo, Gill Davies sostiene que lo que ayuda a definirlo es el lector; que se organizan en torno a un mercado y luego en base a un tema. su organización permitirá establecer la base para que su desarrollo se ajuste a una necesidad.
Para poder sacar un libro es primordial evaluar el público lector y cuáles son los aspectos que tienen y que garantizarán la venta y éxito del libro. La competencia desempeña un papel importante, ya que es necesario saber qué productos pueden competir con la publicación que se pretende editar, a qué precio lo venden, el marketing y la compatibilidad con el área a ocupar.
Al momento de decidir la publicación del proyecto, las editoriales suelen pedir asesoramiento. Tanto en editoriales comerciales como en editoriales especializadas. Para Davies, los asesores tienen que estar familiarizados con el mercado y con el trabajo que realiza la editorial.
En el capítulo 2, desarrolla los aspectos a tener en cuenta al momento de elegir proyectos para su posterior publicación. Dependiendo del tipo de editorial (comercial o especializada) variará si previo acuerdo con el autor, será necesario un contrato en el que las pautas a cumplir por ambas partes, estén explícitas.
A su vez, debe evaluarse si el proyecto es financieramente viable. La editorial tiene que realizar una estimación lo más aproximada posible de la rentabilidad esperada, de manera que la publicación permita continuar con el resto de los proyectos.
El autor hace hincapié en la rigurosidad de la extensión y los plazos de entrega. Debe acordarse previamente con el autor y este tiene que ser consciente de que realizar algún tipo de cambio en esas cuestiones puede ocasionarle problemas a la publicación, por ejemplo de calidad, de pérdida de ventas, de producción, entre otras.
Uno de los últimos aspectos a tener en cuenta, es realizar contratos tanto para el sector como para la editorial, donde se acuerden los anticipos, las regalías y los derechos subsidiarios. Estas cuestiones deberán ser claras para las dos partes. Además el contrato tiene que ser justo para ambas partes. De quedar excluido algún derecho subsidiario se deberá asegurar de que el proyecto no sufrirá ningún tipo de consecuencia a futuro.






 

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